¿Estás dañando tu orquídea sin saberlo?

¿Eres un amante de las orquídeas pero te preguntas si las estás dañando sin siquiera darte cuenta? ¡No te preocupes! En este artículo descubrirás algunos de los errores más comunes que se cometen al cuidar de estas preciosas plantas y aprenderás cómo evitarlos. Mantén tus orquídeas felices y saludables siguiendo estos consejos y observa cómo florecen con todo su esplendor. Estás a solo unos pasos de convertirte en un verdadero experto en el cuidado de orquídeas. ¡Comencemos!

Incluso si hace todo lo posible para asegurarse de que su orquídea tenga el programa de riego y el entorno adecuados para prosperar, a veces pueden ocurrir contratiempos en el cuidado que pueden provocar daños innecesarios. Descubrir que tu orquídea está enferma o muriendo a pesar de tus mejores esfuerzos es desalentador y desalentador. Para darle a tu planta una vida larga y saludable, evita estos tres pequeños pero dañinos comportamientos.

3 pequeños errores en el cuidado de las orquídeas que puedes estar cometiendo

No te laves las manos antes de tocar los cogollos.

A lo largo del día, tus manos entran en contacto con numerosos materiales insalubres que podrían afectar la salud de tu orquídea. Los cogollos sin abrir son las partes más sensibles de una orquídea y la manipulación antihigiénica puede ser una de las principales causas de los virus de las orquídeas.

Primero, asegúrese de que no haya ninguna razón real o necesidad de tocar los capullos de orquídeas sin abrir. Sin embargo, si debes tocar la planta, lávala bien con agua tibia y jabón antes de manipularla. Para tener mucho cuidado, es posible que incluso desees considerar el uso de guantes desechables; solo recuerda tirar los guantes después de usarlos si han entrado en contacto con una planta enferma.

No desinfectes tus herramientas antes de recortar tus púas

Recortar los tallos de las orquídeas es importante para fomentar la nueva floración, pero tus mejores intenciones pueden fracasar fácilmente si tus herramientas no están limpias. Las herramientas que no están desinfectadas pueden hacer que su orquídea desarrolle un virus que puede provocar la muerte de su planta.

La mejor manera de limpiar sus herramientas es usar una solución de 90 por ciento de agua y 10 por ciento de lejía doméstica. Deje que sus herramientas se remojen durante 10 minutos y luego séquelas bien con una toalla limpia antes de comenzar a recortar.

No puedes trasplantar tu orquídea con tierra fresca para macetas.

Debido a que la tierra para macetas alberga las raíces de las orquídeas, desempeña un papel crucial en la distribución de nutrientes. Con el tiempo, su orquídea consumirá los nutrientes de la tierra para macetas y será necesario trasplantar su planta. Además de trasladar su orquídea a una nueva maceta, también es importante cambiar el medio de cultivo.

Una vez que la tierra para macetas pierde sus nutrientes, comienza a descomponerse y formar bacterias. Aunque el trasplante puede resultar intimidante para los nuevos propietarios de orquídeas, proporcionar a su planta un medio de cultivo fresco puede prolongar la vida y el ciclo de floración de su orquídea.

Tomarse el tiempo para lavarse las manos, limpiar sus herramientas y trasplantar con un medio fresco puede parecer pequeños pasos en el gran esquema del cuidado de su planta, pero pueden marcar una gran diferencia en la salud de su orquídea.

Para obtener más consejos sobre el cuidado de las orquídeas, consulte hoy nuestra útil guía “10 sencillos pasos para mantener su orquídea saludable”.

¿Estás dañando tu orquídea sin saberlo?

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